Había una gama que todos los días daba recomendaciones a su hija para poder cuidarse de los peligros. Un día la gamita por curiosidad desobedeció a su mamá y le dio un cabezazo a un nido de avispas. Estas le picaron todo el cuerpo y la dejaron ciega.
La mamá para que se cure recurrió a un hombre cazador pero que era bueno y este le dio la solución.
Finalmente la gamita se curó y se hizo amiga del cazador.
Mi opinión personal es que: por un lado los hijos creen que los padres generalmente exageran y son muy rígidos cuando les ponen límites.Pero hay que tener en cuneta que éstos tienen mas experiencia y ponen límites por amor.
Carla Rizzola
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